Conocido también como «Villa Ivonne» y «Palauet de Noia», es una mansión construida a finales del siglo XIX como vivienda de Miguel Nolla Bruixet, director de la fábrica Azulejos Nolla. Alrededor de 1920, la familia Nolla vendió la e el complejo y el grupo suizo Gardy compró la fábrica que centró su actividad industrial en la fabricación de aparamenta de alta y media tensión. Más tarde fue habitada por una familia francesa, de ahí su segunda denominación. El edificio ha permanecido deshabitado desde 1968. Con el objetivo mantener su conservación recientemente se han remodelado sus dos ermitas.